(Habacuc 3:2)
Introducción: La
oración de Habacuc ha llegado a nuestros días, una oración sencilla y objetiva que puede tomar muchas lecciones
para nuestra vida espiritual.
Considere las siguientes cinco lecciones de la oración de
Habacuc
1°. He
oído tu palabra
2 º.
Temi
3 º.
Aviva, oh Señor, tu obra
4 º.
En los cursos de los años manifiéstala
5 º.
Pero en la conmoción acuérdate de tener misericordia
Oí:
• La verdadera oración es causado por la necesidad;
• Escuchar la voz de Dios, y la Palabra es esencial;
• Escuche primero y luego hables.
Temí:
• No tiene miedo de Dios, pero sino respeto por Dios;
• La verdadera oración debe ser sincera y objetiva;
• Si no hay temor, tú sacrificarás.
Aviva:
• Una oración de un líder espiritual;
• La oración que no estaba destinado sólo a sí mismo sino
a los demás;
• Llora por la vida de las personas. Hoy vivimos el
efecto de esta oración.
Manifiéstala:
• Pidió a Dios que se extienden al futuro de este
avivamiento;
• Pidió a Dios que los hombres sean honrados;
• Le pidió a Dios la oportunidad de cambiar de forma
indefinida.
Acuérdate
de tener misericordia
• Sugiere a Dios con gritos de misericordia;
• En otras palabras, si los hombres pecan no se olvide de tener misericordia, acuérdate de la misericordia. Un grito ahogado de amor por las almas;
• La misericordia de Dios es el principio de la
salvación. Aprendamos a orar como Habacuc!
Conclusión:
Habacuc oró esta oración hace siglos, pero esta sencilla
oración ha causado efecto hasta el día de hoy. Podemos orar con la misma fe de
Habacuc.
Importante aporte la Oración de Habacuc, para estos tiempos malos en la tierra.
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